Ojo seco y calor

Ojo seco y calor

¿Por qué el calor es un buen tratamiento para el ojo seco?

El ojo seco se produce cuando en los ojos no hay suficiente cantidad de lágrimas, o falta algún compuesto en alguna de las capas que componen la película lagrimal (capa grasosa, capa acuosa o capa de mucosa).

El calor ayuda a mejorar la capa oleosa de la película lagrimal, que es esencial para mantener los ojos lubricados y evitar que se sequen.

Esta capa, también conocida como capa lipídica, es producida por las glándulas de meibomio situadas en los párpados. Estas glándulas pueden obstruirse o dejar de funcionar, lo que provoca una disminución de la calidad de la capa oleosa.

La aplicación de calor en los párpados ayuda a licuar los aceites de las glándulas de meibomio, permitiendo que fluyan más fácilmente y desobstruyendo los conductos tapados. Esto mejora la calidad de la capa de grasa, lo que ayuda a reducir la evaporación de las lágrimas, manteniendo los ojos húmedos y reduciendo los síntomas del ojo seco.

El calor puede aplicarse en los párpados de distintas formas, como compresas calientes o máscaras oculares térmicas

Además del calor, otros tratamientos para el ojo seco pueden incluir lágrimas artificiales, gotas lubricantes para los ojos y medicamentos recetados. Es importante consultar a un oftalmólogo para determinar las mejores opciones de tratamiento para sus necesidades.

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