Cuando una persona tiene albinismo, su cuerpo tiene dificultades para producir melanina, el pigmento responsable del color. El albinismo es una condición genética, lo que significa que se hereda de los padres. Las personas con albinismo tienen una cantidad reducida o ausencia total de pigmento en los ojos, el cabello y la piel.
Existen dos tipos principales de albinismo, y ambos afectan la visión, provocando una disminución de la agudeza visual. Uno de estos tipos es el albinismo oculocutáneo (AOC). Las personas con AOC tienen una menor cantidad de pigmento en los ojos, el cabello y la piel.
El segundo tipo es el albinismo es el albinismo ocular, que afecta principalmente a los ojos. La piel y el cabello de las personas con este tipo de condición suelen ser normales o casi normales en color. Este tipo de albinismo suele detectarse en la infancia, dado los problemas de visión suelen ser el primer indicio de la condición.
El albinismo es provocado por una mutación genética que generalmente se hereda de los padres. Esta mutación interfiere con la producción de melanina, el pigmento que protege la piel de los rayos ultravioleta (UV). La melanina también es crucial para el desarrollo adecuado del ojo. Sin ella, la retina y el nervio óptico no pueden formarse correctamente. La retina, que es el tejido en la parte posterior del ojo sensible a la luz , y las fibras del nervio óptico, son importantes para transmitir las imágenes al cerebro.
El albinismo puede ocasionar diversos problemas oculares. No todas las personas con albinismo muestran una falta evidente de color en la piel o el cabello, por lo que los problemas visuales pueden ser el primer indicio de esta condición.
Algunos síntomas comunes incluyen:
Las personas con albinismo pueden tener una visión que varía desde normal hasta una deficiencia visual grave. La visión cercana a menudo es mejor que la visión a distancia. En general, aquellos con menor cantidad de pigmento suelen tener una visión más deficiente.
El albinismo en sí mismo no tiene cura, pero muchas de las afecciones asociadas pueden ser tratadas o manejadas. Por ejemplo:
Estrabismo: según el caso, podría corregirse con anteojos o cirugía.
Errores de refracción: los anteojos o lentes de contacto también podrían mejorar la visión. En niños, la ubicación en el aula es importante.
Fotofobia: lentes de sol o lentes fotodromados pueden reducir la sensibilidad a la luz. Es crucial estar atentos a la iluminación en los lugares donde frecuenta.
Baja visión: los dispositivos como lupas manuales pueden ser de gran ayuda. Los anteojos con pequeños telescopios son útiles para niños mayores y adultos, mejorando tanto la visión cercana como la lejana.
Además de los desafíos médicos, las personas con albinismo pueden enfrentar dificultades sociales y psicológicas debido a su apariencia distintiva y problemas visuales.
La colaboración entre padres, estudiantes y maestros es esencial para apoyar a un niño con albinismo. Es importante tener en cuenta la ubicación en el aula, la iluminación y los dispositivos de ayuda óptica, ya que pueden facilitar significativamente el aprendizaje.
Los grupos de apoyo para albinismo pueden ser muy beneficiosos para niños y adultos. Estos grupos ayudan a las personas a sentirse menos aisladas, aprender actitudes positivas y habilidades para enfrentar la baja visión, y obtener información sobre recursos útiles.
https://aao.orgFuente: aao.org
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