La presbicia es una afección relacionada con la edad que afecta a la capacidad de los ojos para enfocar objetos cercanos, por un endurecimiento natural del cristalino. Suele aparecer en torno a los 40 años y empeora progresivamente con el tiempo.
El cristalino se encarga de enfocar la luz en la retina, situada en la parte posterior del ojo. En un ojo joven y sano, el cristalino es blando y flexible, y los músculos que lo rodean pueden cambiar su forma para enfocar objetos a distintas distancias. Sin embargo, a medida que envejecemos, el cristalino se vuelve menos flexible y menos capaz de cambiar de forma, por lo que resulta más difícil enfocar objetos cercanos.
Esta pérdida de flexibilidad del cristalino es un proceso gradual que comienza a los 20 o 30 años y continúa a lo largo de toda la vida. Cuando llegamos a los 40, el cristalino se ha vuelto tan rígido que el ojo ya no puede enfocar fácilmente los objetos cercanos.
La presbicia es una parte natural del proceso de envejecimiento y no hay forma de evitarla. Sin embargo, puede corregirse con anteojos o lentes de contacto. En algunos casos, la cirugía refractiva también puede ser una opción.
Es importante someterse a exámenes oculares periódicos para detectar y tratar la presbicia y otras afecciones oculares que puedan desarrollarse con el tiempo.
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– Médico Investigador en Nanomedicine and Vision Group, Universidad Austral,